31 julio 2012

FIESTAS

Las manifestaciones de júbilo que siempre están presentes en los eventos anuales para celebrar con entusiasmo algún acontecimiento festivo como las fiestas patronales u otros, forman parte de la memoria tradicional de los usos y costumbres del pasado, y son el puntal que aguanta el buen hacer de los pueblos primitivos, que lo enlaza con las actuales áreas rurales esparcidas por nuestra geografía en las que se continúan conservando las viejas tradiciones heredadas de nuestros antepasados.

En la cultura popular, -afortunadamente, parece que cada día se va viendo con mayor consideración y respeto el buen hacer de los que nos precedieron y legaron su idiosincrasia- encontramos el interés que los contemporáneos tenemos por la cultura residual que hemos conservado de aquellos que en aquellos tiempos formaron y forjaron la historia que hoy conocemos y no siempre bien conservamos.

Desgraciadamente, con el paso de los años, y la paulatina pero implacable despoblación de algunas zonas rurales, muchas tradiciones han ido cayendo en el olvido cuando no, desapareciendo de nuestra cotidianeidad. Si bien; afortunadamente, cada día afloran con más ímpetu las costumbres y tradiciones que últimamente habían sufrido de desarraigo y se van recuperando lentamente pero con la suficiente solidez como para que no desaparezcan.

La época estival, que es propicia para conmemorar las fiestas tradicionales y su celebración por toda la piel de toro, es abundante en acontecimientos con arraigo en las pequeñas poblaciones.

Las religiones y santerías, a lo largo de los tiempos han sido los elementos influyentes y frecuentemente determinantes de imbuir en las gentes las celebraciones festivas que ellas estimaban, y establecían un calendario según sus creencias, ideologías o intereses del momento que, con el paso del tiempo se convirtieron en tradiciones o costumbres,  cuando no en imposiciones más o menos folclóricas de las gentes que, ávidas de celebraciones y, agobiadas por la dura lucha diaria que mantenían durante todo el año para su supervivencia, dadas las circunstancias y escasas oportunidades que se le ofrecían en aquellos tiempos, esperaban con entusiasmo la llegada anual de esos días de fiesta para olvidar las penurias  y darle rienda suelta a su instinto.

Hoy día, dadas las circunstancias y mentalidad de las gentes, y, a pesar de la agobiante crisis que nos afecta y en parte nos atenaza, se espera con ilusión la llegada de las fiestas patronales para poder celebrarlas con entusiasmo, aunque en muchos casos sea necesario un largo recorrido par acercarse hasta el lugar de su celebración, como es el de algunos de mis compueblanos que, tras bastantes cientos de kilómetros a la cintura y el cansancio que ello produce; arriban a sus casas eufóricos y deseosos de que llegue el día del patrón del pueblo para poner el motor en marcha y no detenerlo hasta que se quede seca la gasolinera.

Eso es tener sabia, energía, coraje y mucha, pero que mucha esencia en el frasco para tomar como vitamina acompañada de la alegría que requiere el festejo.

La fiesta de San Lorenzo, en La Zarza, constituye la expresión religiosa de mayor trascendencia en la población, y afortunadamente, parece que crece el número de asistentes que cada año acude a su celebración; ya no sólo como acontecimiento religioso, sino también, (o más bien) como una fiesta pagana que, gracias a las peñas, han logrado que la fiesta esté en auge y sea esperada con ilusión por los foráneos y residentes..

Las viejas costumbres, tradiciones y creencias arraigadas desde la infancia en aquellos compueblanos que por circunstancias de la vida, casi siempre ajenas a su voluntad, se vieron en la necesidad de abandonar su pueblo, mi querido pueblo (con lo que ello supone), para buscarse el sustento en otros lares en los que la situación les era más propicia, hizo que también les acompañaran aquellos principios, aficiones, costumbres, creencias y, por qué no decirlo, también nostalgias; todas ellas adquiridas desde el origen de su existencia en la tierra que les vio nacer, que, guardadas y atesoradas en lo más recóndito de su ser y saber afloren en momentos tan transcendentes como las Madrinas, el hornazo, o la fiesta patronal del diez de agosto, tan querida, esperada y añorada por todos, con todo lo que conlleva su aportación a esos festejos.

Los vídeos, fotografías, escritos, comentarios, etc. que, a través de la web zarceña permiten a los que, como yo no lo viven en directo, tener una idea bastante aproximada de cómo son en la actualidad las fiestas, demuestran el arraigo de las gentes zarceñas por las costumbres de su pueblo, además de los muchos y grandes sentimientos que ya desde muy niños, anidan en lo más recóndito de su fuero interno.

Bendita costumbre la de volver al pueblo que hace que no se pierda la esencia de su existencia y revivan las viejas costumbres y tradiciones como el Hornazo, las Madrinas, etc., que, si bien los residentes las mantienen en estado latente, aquellos que se fueron en busca de mejorar su sustento y siguen volviendo al pueblo con frecuencia, colaboran y hacen que las mismas tengan más viveza y vitalidad; pues, para ambos, es enriquecedor y muy significativo  el aporte que reciben.

En Internet, mediante la web que, gracias a Manolo funciona como un reloj suizo, he podido comprobar con gran satisfacción por mi parte, que, algunos como, Salva, que tiene la suerte de albergar en su cuerpo una marcha caribeña poco frecuente  y  sin ser oriundo de la Zarza, hace con su presencia que las fiestas del pueblo (todas) tengan un mayor auge, añadiéndole esa salsa vibrante que circula por sus venas con más alegría que las jóvenes y dinámicas neuronas que le acompañaban a San Pascual Bailón.

Gente así, merece la mayor consideración, respeto y reconocimiento que se le pueda ofrecer por parte de todos los zarceños de  bien.

No quiero decir que sea sólo Salva el único que anima el ambiente en las fiestas; lo he puesto como  ejemplo por no ser nacido en el pueblo y, sin embargo, ser una pieza importante en el desarrollo de sus acontecimientos folclóricos y fiestas en las que participa directamente formando parte de las mismas, al que el municipio debería considerar (desde mi punto de vista), nombrarlo hijo adoptivo del la Zarza por la labor que realiza en favor de sus costumbres y tradiciones, algo que es digno de encomio.

Es un pequeño detalle que, para él, y otros más que hacen que el buen nombre de la Zarza sea cada día más conocido, (personalmente, considero que) merecen algún reconocimiento, aunque sólo sea un pequeño detalle, pero sería muy enriquecedor; pues como dice el refranero: Un grano no hace granero, pero ayuda al compañero; y, motiva, ayuda y anima a seguir en el empeño. Es un aliciente más que llena de satisfacción al homenajeado. Y los homenajes no deben ser a título póstumo; son más gratos en vida.

Sé bien que son muchos más los zarceños/as que, residiendo fuera del pueblo todo el año, de una u otra forma aportan una importante colaboración para mantener viva la imagen de su lugar de nacimiento: Cari, Manolo, Félix, etc., por citar algunos, pero es congratulante que alguien como Salva aporte tanto. Por mi parte, ¡¡¡gracias, paisano...!!! Y, felicita de mi parte a tu esposa por el acierto en su elección. No siempre se da en el centro de la diana.... Ni tampoco siempre se tiene la suerte de casarse con una zarceña, aunque sea uno muy majo.... ¿Estás de acuerdo....?  Bueno pues, ya somos dos.

Aunque ésta tierra catalana esté algo alejada de la Zarza; en la distancia, espero y os deseo a todos los paisanos y acompañantes que hogaño tengáis unas felices, alegres y divertidas fiestas patronales.

Este año el pueblo tiene un motivo de regocijo, -más bien especial-, con la incorporación a las fiestas de la “carrera de Vicente Martín” que tantos desvelos les ha costado a sus organizadores y es digna de éxito; porque es un extraordinario deportista y gran persona merecedor del mayor de los reconocimientos.

Desde ésta ventana, hago un llamamiento a todos los paisanos y simpatizantes para que aportéis vuestro granito de arena a la celebración del evento; bien, colaborando en su organización, o mejor aún, participando en ella y demostrándole el apoyo de sus paisanos a tan ilustre personaje que tan alto está dejando el pabellón.

Una masiva participación de zarceños, animaría al deportista y prestigiaría la carrera que, se da por descontado que será la punta del iceberg.

¡Ojalá! que sea un éxito la primera carera en honor de nuestro ejemplar paisano y se pueda repetir anualmente en el futuro para que se convierta en un icono, que sirva de referencia en el entorno comarcal y provincial.

¡¡¡Ánimo, Vicente....!!!  Tú puedes.....y, el resto de paisanos si quieren, también. Es cuestión de poner más o menos voluntad en el empeño; pues,  en el éxito de la carrera, también va incluido el prestigio del pueblo, con lo ello supone.

¡Vívela con alegría e ilusión!    Si quieres, puedes....

Te deseo el mayor de los éxitos en esta carrera especial para ti. Ya sé que, con gran esfuerzo, tenacidad y sacrificio, has conseguido muchos y valiosos éxitos, posiblemente de mayor redundancia; pero, “eso de ser profeta en tu tierra, tiene un valor añadido”, estoy convencido de que lo vas a lograr; porque, además, de todos los ademases,  te lo mereces.

Desde aquí, mi reconocimiento a tu persona y a tu labor. Mucha suerte, Vicente.   ¡¡¡Adelante....!!!

Que el buen tiempo os acompañe (ya se cuidará de eso Agustín) y  San Lorenzo sea propicio con todos los que ponéis vuestra mejor voluntad en la celebración de su fiesta. La de todos nosotros.

A los que tengáis que viajar en coche o moto largos (o cortos) recorridos: Prudencia, paciencia, temple y saber esperar y compartir. La vía es de todos por igual.
Conduciendo, olvidaros de la hora. Lo importante es llegar; pero no llegar al pueblo, sino 
llegar de” el pueblo, después de disfrutarlo.

 No tengáis prisa por llegar una hora antes. ¿Qué es una hora en la vida de una persona?

No olvidarse de parar cada  dos horas o doscientos kilómetros aunque sólo sea unos
minutos para dar un ligero paseo (ya sé que no lo haréis), refrescarse o tomar un café y
estirar un poco las piernas; pues lo de yo controlo, lo he oído miles de veces y en algunos
casos cuando ya era tarde, aunque a ellos no se lo parecía. 

La vida es para vivirla, no para entregársela a la carretera.

Volveré a ponerme en contacto con vosotros en septiembre. Salud y suerte a todos

Y....; ¡¡¡a disfrutar de la vida, que son dos días...!!!

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Luis, que tengas unas felices vacaciones nosotros desde nuestro pueblo, que es el tuyo también intentaremos pasarlo lo mejor posible, pues San Lorenzo ya está a la vuelta de la esquina y hay un programa de fiestas muy bueno, donde todos nos lo pasaremos bien, algunos aportaremos un granito de arena para que la fiesta siga y cada vez mejor, creo que los organizadores lo están consiguiendo, enhorabuena a todos ellos.
Saludos Cari.

Manuel dijo...

¡Feliz verano! Luis, para tí también y para tu familia. Y aplícate esos buenos consejos que nos das en AL VOLANTE y vuelve sano y salvo.
Por e.mail me comunicaré contigo.
-Manolo-

Anónimo dijo...

Hola Luis, ya está a la vuelta de la esquina el viaje para asistir a las fiestas de San Lorenzo.
Normalmente suelo ir durante la noche pues parece que así no pierdo ningún día. El día del viaje, mejor aterdecer, me aplico una siesta hasta que el cuerpo quiera y luego durante la noche carretera y manta. Ahora bien, al sueño le declaro guerra total y si empieza a rondar aparco y a dormir, igualmente hasta que el cuerpo quiera.
Te diré que tus sugerencias o consejos los tengo presentes. No correré porque soy víctima de los radares, te confías y caes en la trampa. Puedo estar equivocado pero veo que en estos aparatos de control subyace una función recaudatoria total.
Y, no es nada agradable que al poco de llegar aparezca en tu buzón el aviso de correos con la multita de marras.
Doy fé que procuro ceñirme a las señales de limitación, pero...
Por otra parte, y por lo que a mi respecta sobre lo escrito en tu
blog sobre las fiestas: ¡gracias!.
Siempre he pensado que los trofeos al ganador no le hacen falta (en tema deportivo), pues el sentimiento íntimo de haber ganado está por encima de todo y pienso que deberían de ser (sugerencia) para el perdedor que es quién verdaderamente se queda jodido y con la miel en los labios.
Y digo esto, porque a veces las palabras son la mejor placa, como en este caso las tuyas.
He de confesarte que hay un poco de egoismo por mi parte, pues yo disfruto improvisando al tocar, dejándome llevar por la medida del compás, cruzándome en el ritmo para rematar a destiempo y eso sólo lo percibo yo y algún músico anónimo que haya por allí.
Gracias a Dios y a nosotros, nuestra peña tiene una premisa fuertemente arraigada: nada de malos rollos, mucha tolerancia, excelencia en el respeto y que cada uno haga lo que buenamente pueda sin exigencias de ningún tipo.
No quiero mencionar a nadie para no desmerecer a los demás. Todos aportamos algo. Unos organizando, otros colaborando, otros sentados tomando un refresco, pero su presencia ya es suficiente.
Al fin y al cabo vamos cuatro días y no podemos dedicarlos nada más que a la sana alegría y mejor diversión.
Espero y deseo verte por allí. Salva.